lunes, 28 de febrero de 2022

Seis mitos sobre el estudio y la labor de los traductores y las traductoras de inglés

En mi boletín informativo de enero, les comenté a mis suscriptores que entre enero y febrero suele pasar que algunos/as ingresantes al traductorado desistan de estudiar la carrera. Esto es normal porque a veces hay estudiantes que todavía no tienen definida su vocación o, que al hacer el cursillo del Instituto Olga Cossettini, se dan cuenta de que la carrera no es lo que pensaban. La profesión del traductor no es muy conocida y esto hace que existan ciertos mitos. En el boletín hablé sobre algunos de ellos y prometí que, cuando tuviera tiempo, iba a escribir un artículo sobre este tema en mi sitio web. Hoy vengo a cumplir mi promesa. A continuación voy a referirme a seis mitos sobre el estudio y la labor de los traductores y las traductoras de inglés que noto que están muy arraigados entre los ingresantes al traductorado y el público en general. 


Mito 1: El traductorado es una carrera fácil porque es corta. FALSO. 

Hace unos años, mientras charlaba con una señora que me conocía desde chica, tuvo lugar la siguiente conversación.

Yo: Voy a estudiar traductorado de inglés.

Señora: ¡Qué lástima, Soledad! Con lo inteligente que sos, podrías hacer una carrera universitaria, como medicina o abogacía.

Lamentablemente, la mayor parte de la gente minimiza las carreras terciarias. Piensan que por ser más cortas, son más fáciles que las universitarias y esto no siempre es así. En la provincia de Santa Fe, el traductorado de inglés suele durar tres años, mientras que en otras provincias es una carrera de cuatro años. Al durar solo tres años, se dan muchos temas en poco tiempo y hay materias con una gran carga horaria (Lengua Inglesa) o que son tan difíciles que hay que rendirlas varias veces e invertir dinero en docentes particulares para poder aprobarlas (Fonología Inglesa). ¡Dejemos de minimizar las carreras terciarias!

Mito 2: Tengo un nivel básico de inglés, voy a estudiar traductorado para mejorar mi nivel. FALSO.

No se pueden imaginar la cantidad de veces que me topé con personas que quieren estudiar traductorado y, al preguntarles qué nivel tienen, me responden esto: "Tengo un nivel básico, lo que aprendí en la secundaria, pero veo muchas series y películas en inglés, así que entiendo bastante".

Para ingresar al traductorado, hay que tener, como mínimo, un nivel intermedio alto de inglés y, si es posible, un nivel avanzado, sobre todo desde que existe el cupo de ingreso en el Olga Cossettini. Si bien, en algunos casos, una persona que aprendió inglés de forma autodidacta puede llegar a alcanzar un nivel alto de inglés, lo más probable es que le falten conocimientos teóricos indispensables para la carrera. Por ejemplo, en la materia Gramática Inglesa, los/as docentes utilizan términos que quienes estudiamos el idioma de forma tradicional —ya sea en un instituto o con un/a profesor/a particular— conocemos, pero que quienes aprendieron inglés viendo series no manejan. Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que muchas materias del traductorado se dictan en inglés, así que tenemos que tener las habilidades necesarias para poder asistir a clases dictadas en inglés durante horas, expresarnos en inglés de forma fluida en los exámenes orales y redactar en inglés con coherencia y cohesión las respuestas a los exámenes escritos. Por lo general, quienes aprendieron inglés viendo series manejan muy bien el registro informal, pero tienen serias dificultades a la hora de escribir un texto formal, por ejemplo, un ensayo. 

Mi teoría es que, como el Instituto Olga Cossettini, es público y gratuito, la gente con un nivel básico de inglés quiere saltearse años de estudio de forma particular y ahorrar dinero. Además, me sorprende la cantidad de gente que piensa que en el traductorado se arranca desde cero. Incluso, se han comunicado conmigo personas que NUNCA estudiaron inglés para preguntarme cuántos años de estudio se necesitan para llegar al nivel que se exige en el Olga y, cuando les respondo que deben estudiar alrededor de seis o siete años, se enojan y me dicen que ellos quieren estudiar traductorado ahora y no dentro de seis años.

Mito 3: Estudié muchos años inglés y quiero estudiar una carrera en la que pueda aprovechar mis conocimientos, como no me gusta dar clase, voy a estudiar traductorado. FALSO. 

Sí, hay mucha gente que elige la carrera por descarte, no por ser su verdadera vocación. Lo que hago con estas personas es explicarles qué hace un/a traductor/a y las invito a que piensen si realmente es eso lo que quieren hacer el resto de su vida. La mayoría desiste porque se da cuenta de que no es lo suyo y esto está muy relacionado con el mito que viene después.

Mito 4: Para ser traductor/a solo es necesario tener un nivel avanzado de inglés. FALSO.

Para ser traductor/a, no solo hay que saber un idioma extranjero, sino que también hay que tener amplios conocimientos sobre nuestra lengua materna. Me encuentro con muchos/as ingresantes que me cuentan que no recuerdan los contenidos que dieron en Lengua y Literatura en la secundaria. Y esto es gravísimo. Estoy pensando seriamente en armar algún curso sobre los conocimientos básicos de la lengua española que debe tener un aspirante a traductor/a. Entre los temas que debe manejar un/a ingresante, podemos incluir los siguientes:

  • Análisis sintáctico (no solo lo básico, también saber reconocer las oraciones subordinadas)
  • Paradigma de conjugación de los verbos (asusta la cantidad de aspirantes a traductores que no saben los nombres de los tiempos verbales)
  • Clases de palabras (mucha gente no sabe lo que es un adverbio, por ejemplo)
  • Voz pasiva (es un tema que la mayoría admite haber olvidado)

A todos esos temas, hay que sumarles una buena ortografía y conocimientos básicos sobre puntuación, además de redactar de forma coherente y cohesiva en español.

Mito 5: Los traductores no necesitan consultar un diccionario porque conocen todas las palabras del idioma extranjero que traducen. FALSO.

A todo/a traductor/a le pasó alguna vez. Te preguntan qué significa la palabra X (sin nada de contexto) y, cuando les decís que no sabés, te miran con mala cara. Tampoco falta la persona que te dice: "Yo creía que los traductores sabían el significado de todas las palabras". En ese caso, yo les repregunto: "¿Y vos sabés el significado de todas las palabras del idioma español?". Ahí se dan cuenta de que es imposible conocer todas las palabras de un idioma, ya sea el propio o uno extranjero. También suele pasar que los ingresantes al traductorado se traben con una palabra al hacer un ejercicio de comprensión lectora y lo abandonen o que me digan que hicieron el ejercicio, pero que había muchas palabras que desconocían. Eso es natural, nunca vamos a saber el significado de TODAS las palabras de un texto. ¡No somos diccionarios andantes!

Mito 6: Todos los traductores trabajan en oficinas de forma presencial. FALSO.

La gente se sorprende mucho cuando cuento que soy traductora freelance. Piensan que es algo que hago de forma transitoria hasta que consiga un trabajo en relación de dependencia que implique trasladarme a una oficina. La realidad es que los/as traductores/as somos pioneros en lo que respecta al trabajo remoto. Hace años que trabajamos de esa forma. Son muy pocos quienes trabajan en oficinas porque las agencias tienen el personal mínimo necesario que trabaja de forma presencial para llevar adelante las tareas administrativas y de coordinación de proyectos. A este personal se le suman algunos/as traductores/as inhouse, que a veces trabajan en la oficina y, otras veces, desde su casa.

A mí me gusta trabajar en casa porque puedo compatibilizar mis obligaciones familiares, el estudio y la recreación con el trabajo. Para trabajar de forma remota, hay que tener una gran capacidad de organización y no todo el mundo la tiene. Es común que varios/as aspirantes a traductores/as desistan de estudiar la carrera porque no quieren trabajar en su casa. Me dicen que quieren salir, ir hasta una oficina, cumplir un horario y tener un sueldo fijo y seguro. Yo no cambio mi libertad por nada. De hecho, hay traductores que son nómadas digitales, es decir, mientras viajan y recorren el mundo, trabajan con sus computadoras portátiles para empresas de todo el mundo.



Espero que este artículo les sirva a quienes estén evaluando dedicarse a la traducción. Si quieren hacerme alguna pregunta o expresar su opinión, los invito a dejarme un comentario.

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