lunes, 7 de octubre de 2019

Minicrónica del Encuentro Nacional de Traducción 2019

El 20 y 21 de septiembre se llevó a cabo en el Instituto Superior San Bartolomé de la ciudad de Rosario el Encuentro Nacional de Traducción 2019. Hasta ahora siempre se había hecho en Córdoba ya que los organizadores —Julieta Olivero y Juan Manuel Macarlupu— son de esta provincia. Me parece un acierto que este año hayan cambiado de sede y creo que sería una buena idea que cada año se hiciera en una ciudad argentina diferente para que traductores de distintas provincias puedan asistir a este tipo de eventos.

El jueves 19, es decir, un día antes del inicio del encuentro, hubo dos cursos precongreso: Traducciones públicas. Formatos y estilos, dictado por Horacio. R. Dal Dosso, y La traducción queer como especialización, dictado por Florencia Aguilar

El viernes 20, a las 17:00, arrancó formalmente el encuentro. Cuando me acredité, me dieron una bolsa con el programa del encuentro, una carpeta, hojas para tomar notas, una birome, un señalador del diccionario bilingüe Persico's Companion to Argentine Spanish y un voucher para acceder de forma gratuita a una licencia de AceProof, un programa para el control de calidad de las traducciones. Como en todos los eventos de esta clase, también recibí una identificación.

Acreditándome en el ENT 2019
 

 



Luego de la apertura, comenzaron las ponencias. Yo asistí a Inexperiencias de una intérprete y traductora, en la que Gabriela Lorenzo nos contó sus comienzos en la profesión. Fue una presentación ideal para estudiantes de traductorado y traductores recién recibidos porque Gabriela brindó consejos para quienes quieren empezar a trabajar. Después, fue el turno de Agustina Bellino con su presentación Traducción institucional: el caso de documentos de organizaciones internacionales. Gracias a esta ponencia, pudimos conocer la forma en que trabajan los traductores en organizaciones internacionales, algo bastante desconocido para la mayoría de los presentes. De forma paralela, María Laura Fuentes presentó la ponencia Procesos cognitivos en la didáctica de la traducción, mientras que Micaela Tenaguillo habló sobre Los estados contables: información indispensable para la internacionalización de una empresa.

De 19:15 a 19:30 se hizo un receso para tomar café y comer cosas ricas. Yo aproveché para pasar por el stand de la librería SBS y me compré el libro ¿Por qué decimos? de Charlie López, en el que se cuentan los orígenes y las historias de palabras y frases de uso diario.


Después del receso, hubo tres ponencias más, pero yo no pude quedarme. De todos modos, escuché muy buenos comentarios sobre estas presentaciones: 
  • Buenas prácticas: del presupuesto a la entrega (Horacio R. Dal Dosso)
  • Productividad para traductores: recursos, inversión y austeridad (Agustina Bellino)
  • En la nube: Tres experiencias de trabajo cooperativas, autogestionadas e innovadoras (Virginia Monti, Macarena Troscé y Joshua Velásquez)

El sábado 21 las actividades arrancaron a las 09:00. Yo asistí a la ponencia de Florencia Aguilar: El lenguaje no binario y les traductores. Fue una presentación muy interesante donde se habló de la historia del lenguaje inclusivo, cómo se usa en diferentes idiomas y se vieron ejemplos de traducción audiovisual en los que se usa el lenguaje no binario. En el otro salón, se presentó Rosana Bailone con La trastienda de una empresa de traducción. La siguiente ponencia a la que asistí fue la de Martín Tapia que se titulaba El traductor, corrector de su propio trabajo: Del conocimiento normativo del español al desarrollo de las competencias morfosintáctica y semántico-lexicográfica. Esta ponencia me interesó mucho porque, en la actualidad, estoy cursando a distancia la carrera de corrección de textos en lengua española. Mientras tanto, en la otra sala, Gustavo Méndez hablo sobre Project Management: ¿Qué sucede en la "cocina" de los proyectos de traducción?



De 11:00 a 11:30 se realizó un receso y de 11:30 a 12:30 tuvo lugar el debate Activismo y traducción: ¿caminos contradictorios o convergentes? Lamentablemente, no pude presenciarlo, pero sé que participaron las chicas del grupo de Facebook Traductoras e Intérpretes Feministas de Argentina (TEIFEM), quienes anunciaron la creación de la filial Rosario del grupo.

A las 14:30 se reanudaron las actividades con las ponencias Estudio del proceso traductor: actividades en la academia y en la industria de Paula Estrella y Traducción literaria: la propuesta colaborativa y experiencial de Susana Chinos de María Cecilia de la Vega. A las 15:30 asistí a la presentación del diccionario bilingüe Persico's Lexical Companion to Argentine Spanish. Yo ya tenía el diccionario porque lo compré hace unos meses. Es un diccionario de argentinismos ideal para quienes tienen que traducir del español de Argentina al inglés. También puede ser de gran utilidad para los extranjeros que estudian nuestra variedad de español. Luego, se presentó Antonella Speroni con su ponencia ¿Resistir o poseditar? Oportunidades de una tecnología que llegó para quedarse. Como yo hago muchos trabajos de posedición, fue una de las ponencias que más captó mi interés. De forma paralela, Valeria Virga habló sobre El traductor y los eventos deportivos internacionales: nuestra experiencia en los mundiales juveniles de rugby.

El último receso se realizó de 16:30 a 17:00 y llegamos a las últimas ponencias del encuentro. Yo presencié El traductor como héroe: sugerencias para superar una prueba de traducción de Delfina Morganti Hernández, que fue una ponencia muy dinámica en la que Delfina brindó muy buenos consejos. La otra ponencia fue la de Julieta Olivero y se tituló De traductora a emprendedora: un cambio de perspectiva. Por último, se hicieron sorteos (no gané nada) y se cerró el encuentro.

En resumen, el Encuentro Nacional de Traducción 2019 fue un evento que me permitió encontrarme con colegas que hacía tiempo que no veía y mantenerme actualizada sobre todo lo que gira en torno al mundo de la traducción. Hay que destacar la buena organización y la puntualidad con la que se llevó a cabo el evento. Felicito a los jóvenes traductores cordobeses Julieta Olivero y Juan Manuel Macarlupu por el gran trabajo que han realizado para llevar a cabo de manera exitosa este gran evento.

Mi certificado de asistencia al ENT 2019

¿Concurrieron al Encuentro Nacional de Traducción 2019? ¿Qué ponencias presenciaron? ¿Cuáles les gustaron más? ¿Les gusta ir a este tipo de eventos? Cuéntenme.

domingo, 24 de marzo de 2019

Por qué decidí comenzar a estudiar corrección de textos

Cuando terminé de cursar el traductorado y empecé a trabajar para una agencia, me di cuenta de que la formación que había recibido en el área de español no era tan buena. Tenía errores gramaticales y de puntuación, y los editores decían que debía mejorar mi estilo. Siento que la carrera estuvo más focalizada en la parte de inglés, mientras que las materias relacionadas con el español eran pocas. Además, los docentes daban por sentado que nosotros teníamos una buena base producto de nuestro paso por la secundaria. Cuando algún alumno preguntaba si íbamos a ver algo de ortografía o puntuación, nos decían que eso ya debíamos saberlo.

Para poder mejorar la calidad de mis traducciones, después de recibirme y matricularme, hice un curso a distancia de corrección de textos destinado a traductores. La Fundación Litterae tenía un convenio con el Colegio de Traductores de la Provincia de Santa Fe, 2ª circunscripción. El curso tenía una duración de dos cuatrimestres y, al finalizarlo, se obtenía el certificado de traductor corrector científico-técnico-jurídico. Había que cursar tres materias: Normativa de la Lengua Española, Corrección de Textos Científicos y Corrección de Textos Jurídicos. Esta última materia fue la que más me costó porque no soy traductora pública, sino literaria, técnica y científica. Desconozco si hoy en día sigue vigente el convenio. Busqué información en la página del Colegio y no encontré nada, así que creo que ya no está más disponible este curso.


Luego hice algunos cursos de traducción médica, subtitulado y traducción literaria, y estuve unos meses sin estudiar nada hasta que este año me vinieron ganas de estudiar algo. Barajé diversas opciones y, al final, opté por la carrera de corrección de textos en lengua española.

Los motivos por los que elegí esta carrera son los siguientes:

  • En primer lugar, quiero mejorar mis habilidades lingüísticas para seguir mejorando la calidad de mis traducciones ya que a veces continúan criticándome el estilo.
  • En segundo lugar, quiero mejorar mis habilidades de redacción porque me gusta escribir. Desde hace años, escribo cuentos e, incluso, he obtenido algunos premios literarios. Hasta ahora siempre fue de forma amateur, pero mi sueño es llegar a ser una escritora profesional. Entre mis metas a mediano plazo está escribir mi primera novela.
  • Por último, quiero ofrecer un servicio más a mis clientes, en este caso, la corrección de textos en español. En mi blog literario Sol de Echesortu suelo recibir libros de escritores independientes autopublicados para reseñar. El nivel es variado. Si bien hay libros que tienen muy buenas tramas, suelo encontrar errores ortográficos, gramaticales, de puntuación y de sintaxis. La mayor parte de estos libros no pasó por las manos de un corrector.
La carrera la hago a distancia a través de la Fundación Litterae. Para inscribirse, hay que ser estudiante avanzado o egresado de una carrera terciaria o universitaria. Dura dos años y el tercer año es optativo (no voy a hacerlo porque es presencial). Las materias que se dictan en el primer año de la carrera son Normativa Lingüística Española, Gramática de la Lengua Española, Ortotipografía del Español e Introducción a la Corrección de Textos. Al aprobar el examen final de primer año, el alumno obtiene el título de atendedor o asistente del corrector. En segundo año también hay cuatro materias que son las siguientes: Gramática de la Lengua Española, Análisis de Errores, Corrección de Textos Especializados e Introducción a la Lengua Latina. Luego de aprobar el examen final de segundo año se obtiene el título de corrector internacional de textos en lengua española. Además de la matrícula y el pago de la cuota mensual, hay que comprar la bibliografía. Por suerte, yo tenía siete de los once libros que piden porque varios me los había comprado hace unos años cuando hice el curso de traductora correctora. Si quiere acceder a más información sobre esta carrera y otros cursos de la Fundación Litterae, hagan clic aquí

Me gusta estudiar a distancia porque me puedo organizar mejor y balancear el trabajo, el cuidado de mi mamá (tiene Alzheimer) y el estudio. Cada vez hay más carreras que se pueden cursar con esta modalidad y es genial porque se puede acceder a carreras que no están disponibles en el lugar donde uno vive. Con respecto al futuro laboral de esta carrera, me gustaría dedicarme a la corrección de textos literarios (cuentos y novelas) y académicos (tesis, tesinas, artículos científicos, etc.), además de currículums.

Me gustaría saber qué opinan de esta carrera. ¿Alguno de ustedes la hizo? Cuéntenme.

sábado, 23 de febrero de 2019

Entrevista a la traductora Macarena Troscé

Hoy comparto con ustedes la primera entrevista del año. En este caso, entrevisté a Macarena Troscé, traductora especializada en cuidado de la salud.

¿Por qué decidiste convertirte en traductora?

Siempre me gustaron el inglés, la lingüística, la gramática y la escritura; pero tomé la decisión de convertirme en traductora principalmente porque me atraía mucho la idea de poder trabajar desde la computadora y viajar. Conocí dos traductores que viajaban (y todavía viajan) todo el tiempo, y ellos me inspiraron muchísimo.

¿Cuáles son tus áreas de especialización?
Macarena Troscé


Me especializo en textos de cuidado de la salud, bienestar y comunicaciones empresariales (internas y externas) para el público en general. Suelo trabajar con textos informativos y publicitarios para pacientes, clientes y empleados de empresas de salud y bienestar de Estados Unidos.

¿Qué herramientas informáticas solés utilizar? ¿Preferís alguna en particular?

Las herramientas que más uso son Wordfast, Trados Studio y SmartCat. Mi preferida siempre fue Wordfast, porque es muy fácil crear memorias y glosarios, que son fundamentales para lograr traducciones consistentes, y la opción de QA es completa y sencilla.

¿Cuáles son las ventajas de trabajar como traductora de manera independiente?

Puedo manejar mis horarios, no tengo que tomarme un colectivo todos los días para ir a la oficina y no tengo que salir de casa si llueve torrencialmente… eso es muy valioso para mí. Además, al ser independiente, elijo en qué tipo de proyectos quiero participar, y gracias a eso puedo decir que disfruto cada día de trabajo, porque traduzco y edito sobre temas que me interesan y me motivan. Por último, ¡puedo viajar! Y esa fue mi idea desde un principio, no tener un horario ni un lugar fijo para trabajar, y me encanta la libertad que me da que mi oficina sea la laptop.

¿Considerás que es de vital importancia que los traductores se mantengan activos en redes sociales? ¿Cuáles son tus preferidas?

Creo que las redes sociales, sobre todo LinkedIn y Facebook, son muy buenas para conocer a otros colegas y generar vínculos profesionales y personales. Como nuestra profesión es 100 % en línea, necesitamos tener una presencia virtual constante y consistente. Es la mejor forma de promocionar nuestros servicios. Sumado a eso, tenemos que brindar siempre un servicio de calidad. Son las dos caras de la moneda: hacer las cosas bien y saber comunicarlo.

¿Por qué decidiste crear el grupo de Facebook Healthcare and Medical Linguists?

Muchas veces tengo que derivar trabajo o me piden referencias de colegas en otros idiomas, y me imagino que no soy la única a la que le pasa. Por eso quería tener una especie de base de datos con distintos traductores y traductoras que se especialicen en medicina y cuidado de la salud en distintos pares de idiomas. Además, no existía un grupo como este, y es un excelente espacio para compartir dudas y recursos relacionados con estas industrias específicas.

Una de tus especialidades es la traducción de textos relacionados con el bienestar, la salud y la atención médica. ¿Qué dificultades suelen presentar estos textos al momento de la traducción?

Diría que hay dos grandes desafíos: primero, es importante conocer en profundidad cómo funciona el sistema de salud en el país donde se originó el texto, y estar al tanto de las diferencias entre ese sistema de salud y el de nuestro país. En mi caso, como soy de Argentina y trabajo para clientes de Estados Unidos, son muchas las diferencias, y es importante tenerlas en claro. Tengo que saber sobre Medicare, Medicaid, los seguros de salud y las leyes que regulan la atención médica, como la HIPAA y la ADA. Y ese es el segundo desafío: los acrónimos, que se usan con tanta frecuencia en inglés y suelen dificultar la comprensión del texto. Por eso es tan importante conocer el tema en profundidad, porque la verdad es que los acrónimos se repiten mucho; entonces, una vez que entendemos qué significa cada uno, no corremos riesgos de traducirlos mal ni perdemos tiempo investigando a qué se refieren. Al principio, yo leía “PCP”, “RD”, “ACA” y “EAP”, por ejemplo, y no entendía nada. Ahora ya tengo clarísimo qué significan, y eso impacta de forma muy positiva en mi productividad y en la calidad final.

¿Qué cualidades son necesarias para ser un buen traductor de textos médicos?

La verdad es que no trabajo con textos médicos técnicos, pero creo que es fundamental saber medicina (es justamente por eso que yo no los hago). Lo ideal es hacer cursos y asistir a talleres sobre el tema, para conocerlo a fondo y entenderlo de verdad. Hace falta saber bien cómo funciona el cuerpo, qué enfermedades y curas hay, cómo funciona el sistema de salud y cuáles son los problemas específicos que surgen en la traducción médica.

¿Qué consejos le darías a un estudiante avanzado de traductorado o a un traductor recién recibido que quiere insertarse laboralmente?

Que aprenda a emprender. Que aproveche todos los recursos gratuitos que hay disponibles en línea, desde cómo usar las CAT, hasta cómo perfeccionar su CV y promocionar sus servicios. Que hable con colegas con más experiencia para que lo ayuden. Que le dedique tantas horas a buscar trabajo como les gustaría pasar trabajando más adelante. Que sea constante y persistente. Que lea libros y haga seminarios web sobre traducción, pero también sobre marketing, negocios y emprendimiento. Que no se quede con esas agencias mal organizadas y con tarifas bajas, que busque siempre la forma de trabajar con mejores clientes. Que cuide su salud desde el minuto uno. ¡Y que disfrute mucho la profesión!